lunes, 10 de diciembre de 2007

Quien resistira?

Cuando sali de casa me encontre con tu un despliegue policial y medico en la puerta de casa: un taxista habia chocado con un flaco que andaba en bici.
La bici era un firulete y el flaco estaba en el piso tirado, la ambulancia a su lado con dos medicos subiendolo a una camilla de madera, cruce la calle por el medio de la cuadra un poco intimidado por la presencia policiaca, para ser sincero.
Si no lo sabes, vivo sobre la calle corrientes, muy transitada por autos, colectivos, motos, bicicletas, etc. inclusive a la hora que sali (23:30 maso) y no hubo una persona que no mire aunque sea a la pasada que pasaba, incluso disminuian la velocidad para espiar mejor.
Los peores eran los que se quedaban mirando que pasaba desde la vereda y yo ahi parado, como siempre un marciano, mirando la actitud de la gente en general.
Vos, que miras cuando hay un accidente? Que queres mirar? Te acercas a intentar dar una mano o bien, esperas como un lobo hambriento que brote el primer chorro de sangre?
Yo vi animales atacar a otro moribundo, sangrando; pero los animales tienen la excusa del instinto, de la falta de razocinio, la falta de ideas, pensamiento y lenguaje complejo.
Nosotros, que excusa tenemos? Porque esa gente se planto a mirar que onda, que buscaba esa gente en ese hecho de mierda, lugubre como es un accidente, que acarrea dolor, sufrimiento y efectos colaterales?
Son canibales encubiertos? Les llama tambien el olor de la sangre?
Son esos tipos que llevan chicos al colegio, que atienden veterinarias, que nos revisan los dientes, que nos ayudan por telefono a configurar nuestra impresora?
No entiendo esa curiosidad, ese morbo pelotudo, esa fascinacion por el dolor ajeno o, inclusive, por la muerte misma?
Viajando, me colgue pensando hasta donde llega la imbecilidad de la gente, hasta donde nos volvimos tan egoistas, tan pelotudos, tan mediocres?
Me acorde de la cancion del flaco, quien resistira (cuando el arte ataque?) y me pregunte, quien nos cuida de nuestra propia estupidez, de nuestras propias bajezas, de la discriminacion, de la violencia desmedida, del desborde de idiotez reinante?
Mientras tanto, a ajustarse el chaleco antibalas, los idiotas vienen disparando desde todos lados.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

oculto detrás de la cobardía de no revelar mi identidad confieso que de a poco vas afinando el lápiz de manera muy prodigiosa.."jamás tantos aprendieron tan rápido"..segui así ;)

pablo denoche dijo...

ahora queda picando en mi cabecilla saber quien seras... de cualquier forma gracias, muy amable por el comentario!